Un salto desde el sillón podía dejarlo sin moverse por días.
Algunos snacks “para perros” le dañaban el hígado.
El mal aliento era una señal de que algo no andaba bien.
Las uñas largas le hacían caminar mal y afectaban su columna.
Cómo proteger su columna sin volver tu casa una fortaleza.
Qué alimentos sí (y cuáles nunca).
Cómo cortar sus uñas sin estrés (ni sangre, ni miedo).
Cuidados simples para sus orejas, dientes y piel.
Cómo detectar señales de dolor antes de que sea tarde.
Tranquilidad.
Confianza para cuidarlo mejor.
Prevención que evita sufrimiento.
Una rutina fácil que puedes aplicar desde casa.
Todo lo que está en esta guía fue consultado, probado y pensado con amor.
Porque si estás leyendo esto, es porque ya eres un gran dueño.
Solo necesitas una mano.